ENERO 2020
Liderando en tribu® nació de una necesidad propia de compartir espacios de crecimiento, contención, inspiración y colaboración entre mujeres emprendedoras.
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KAT VAN RAVENSTEYN
Si no me conocés, me presento:
Mi nombre es Kat.
Lo que enciende mi alma es crear puentes para que las mujeres conecten con ellas mismas, con la energía de su liderazgo y, sobre todo, con otras mujeres, para poder expandir juntas la visión de liderar en tribu.
En noviembre del 2019, subí una historia a instagram con una gran intención y una simple pregunta: Quiero crear un espacio de inspiración y colaboración entre emprendedoras, ¿pensamos ideas juntas?
Creé esta RED desde el inicio con la ilusión de que sea liderada en tribu, incluso mucho antes de que el nombre llegue a mí. Con mucha emoción, confié en mi instinto y me propuse que mi estudio en Buenos Aires, se convierta en un espacio de reunión y contención para emprendedoras.
ENERO 2020
El primer encuentro de la tribu fue el 11 de Enero del 2020 y con toda certeza admito que ese fue el día que mi vida cambió para siempre. Nunca voy a olvidar la energía que se movió esa mañana. Conocernos por primera vez, mirarnos a los ojos y sentir que ya no estábamos solas.
Empezamos siendo un grupo de mastermind con una modalidad trimestral que se juntaba 2 veces por mes de forma presencial y digital para crecer y transitar acompañadas el desafiante camino de emprender.
Sólo pudimos abrazarnos dos veces, y llegó la pandemia.
Mi idea inicial se me escapó entre las manos. Pero el 2020 llegó para enseñarnos a no resistir el cambio, soltar lo que ya no es y fluir con el movimiento.
La tribu desde el inicio vibró transformación.
Me comprometí con este espacio y me dejé llevar por lo que veía que estábamos necesitando.
El abrazo virtual nos mantuvo fuertes ante la ola de desesperación e incertidumbre que nos rodeaba. El sostén, la compañía, el espacio de apertura para ser vulnerables y el espejo que te hacía descubrir todo tu valor, fue fundamental para la energía de introspección y transformación que trajo esta nueva y poderosa década.
Descubrimos juntas el gran impacto que pueden tener nuestros negocios si los lideramos conscientemente.
La necesidad de tribu
traspasó la pantalla y lo digital nos unió más que nunca.
Así fue que nos convertimos en una comunidad digital co~creada entre mujeres líderes y emprendedoras.
Nos abrazamos en encuentros digitales, exploramos nuestra energía con rituales, creamos red para visibilizar nuestros dones y talentos, nos expandimos con conversaciones que nos llevan a cuestionar la forma en la que lideramos nuestra propia vida y proyectos.
Reímos, lloramos, aprendemos, reflexionamos, nos sostenemos, nos expresamos, nos impulsamos.